1. Hace unos días fui a ver el festival de música a la sala Bars. “Actuaba” mi hijo Marcos. ¡Qué gozo ver a mi hijo aguantar casi una hora en el escenario sin conducta agitada¡ Qué esfuerzo tan llamativo el del profesor Marcos Sánchez por mantenerlo integrado en cada una de las coreografías. Ni siquiera yo, como madre, sería capaz de trabajar así a pesar de mi pasión por la modificación de conductas y la mejora de mi hijo. Casi me hizo llorar más ver a Marcos Sánchez afanarse por mi hijo que verle bailar, a su modo, la coreografía. Debes saber qué profesional tienes. Es de justicia.
2. Agradecer a Adelaida y a Ester su valentía por querer llevar adelante este proyecto musical de integración. Es sano para nuestros niños y también para la sociedad. Con estos gestos sus compañeros, sin dificultades, se familiarizan con niños a los que la vida les ha jugado una muy mala pasada.
3. La semana pasada fui a las puertas abiertas del basket de Mundet. Deporte que hacen durante el curso, en horario escolar. Otra maravillosa sorpresa: mis hijos, niños con grandes problemas de conducta, siguiendo disciplinadamente las órdenes de los monitores. Muy llamativo en mi hijo Álvaro. Siguiendo perfectamente la tabla de calentamientos; la espera en el banco hasta el turno de botar y canastar; la precisión de las canastas de mi hijo Marcos, …
Para conseguir todo esto, detrás hay un esfuerzo constante y paciente. Como madre de mis dos hijos autistas se perfectamente lo mucho que cuestan los logros.
No sé el nombre de los monitores que lo han conseguido pero seguro te será fácil enterarte. También es justo que lo sepas como Directora del centro.
No quiero dejar de nombrar a Iknasi, Lidia, Gabriel y Javi por la misma línea de trabajo de los compañeros nombrados anteriormente.
Estoy francamente contenta con el desarrollo de mis hijos. Es justo que conozcas el esfuerzo de tus educadores: por ellos mismos, por el desarrollo de los nuevos niños que se incorporarán, y por el prestigio de tu centro Taiga.
Felicidades por tener el equipo que tienes. Nuestros hijos, con sus duras dificultades, os lo agradecen.
Un abrazo.
Margarita
